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Chimeneas de la antigua central térmica de Sant Adrià en la desembocadura del río Besós. Foto: Ambrós Martínez

La frontera entre Sant Adrià y Badalona concentra a numerosas empresas chinas

Una tercera parte de las empresas del polígono industrial Badalona Sur, ubicado entre el frente marítimo y el barrio de Sant Roc, son de origen chino, la mayoría fundadas por inmigrantes llegados a nuestro país en los años 80 y 90. Jieje fashion, China Flor, Toys furlong, Pronto moda, Shangai accesorios, nombres con caracteres chinos traducidos al catalán ofrecen un paisaje pintoresco.

A primera hora de la mañana el polígono presenta poca actividad. La mayoría de negocios abren a partir de las diez porque venden de cara al público. Sobre todo ropa. Hileras interminables de colgadores llenos de género esperan a los clientes con paciencia milenaria.

Negocios de toda la vida ayudan a ubicarnos en Badalona como, por ejemplo, La casa del taxi o el Bar restaurante Can Nogal "Bodas bautizos y comuniones" aunque el camarero sea chino. La barra grasienta, las tapas dudosas y la tele basura a todo volumen sirven para marcar territorio entre tantos negociantes de origen oriental. Los mismos carajillos matinales y las mismas discusiones estériles sobre fútbol que en centenares de bares poligoneros.

Da Chen, propietario de un almacén dedicado a la venta de material de limpieza y objetos de decoración, reabrió el negocio el día 14 de abril gracias a un préstamo bancario. Sus trabajadores chinos se quedaron en casa por miedo al coronoavirus y Chen se ha visto obligado a contratar a cuatro trabajadores paquistanies para atender a los clientes.

En los años setenta, la llegada de inmigrantes del sur de Hong Kong marcó los inicios de una comunidad que, con el paso de los años, se ha integrado en el tejido empresarial catalán. De los primeros negocios basados en la restauración, ampliaron a otros sectores como la importación de ropa barata y otros productos a bajo precio aprovechando el boom de la China como la fábrica del mundo.

El carácter emprendedor de esta comunidad tiene sus propias peculiaridades como, por ejemplo, la costumbre de prestar dinero sin intereses a familiares y amigos, la rapidez con que abren y cierran negocios según el éxito o el fracaso de los mismos.

La presión fiscal de Hacienda con inspecciones masivas a las empresas del polígono han provocado el cierre de algún negocio. La Operación Sumatra de mayo de 2018, con la detención de 28 personas en diversas provincias españolas, la macro operación anti fraude del mes de junio de 2017 o la más conocida como la efectuada contra el empresario Gao Ping del año 2012, han puesto en el punto de mira a los empresarios de origen chino.

Beban Brumwell, corredor de seguros de origen hongkonés especializado en empresas chinas, explica que algunos empresarios que reciben multas millonarias por parte de Hacienda, deciden cerrar el negocio y marcharse a Brasil. “No pueden afrontar el pago de la multa en los plazos que exige la administración. Si pudieran pagar poco a poco, se quedarían”, lamenta Brumwell. 

Los empresarios que huyen hacia el más permisivo Brasil se cruzan con otros compatriotas que llegan a nuestro país huyendo de la violencia de Centroamérica. Paradojas de la globalización.

El progreso económico de China propició un boom de turistas por toda Europa

A pesar que el número de turistas con origen chino en nuestro país no ocupaba un lugar destacado en las estadísticas oficiales, eran los que habían crecido más en valor absoluto antes de la crisis del coronavirus. El nivel medio de gasto era también alto ocupando el segundo lugar en el podio de visitantes extracomunitarios, por encima de países como los Estados Unidos o Corea del Sur con un incremento del 92 % entre el 2016 y 2017.

Uno de los sectores más beneficiados del aumento del turismo chino fueron las tiendas de lujo de las grandes ciudades, entre ellas las catalanas. Dentro del lujo, existe un centro comercial especializado en este tipo de clientes. Se trata de La Roca Village propiedad de la multinacional norteamericana Value Retail. 

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Traslados privados desde el aeropuerto, personal bilingüe para atender cualquier consulta, oferta gastronómica personalizada, tematización de las calles del Village con motivo del año nuevo chino, taquillas para guardar las compras y seguir paseando tranquilamente. Lo que haga falta para conseguir que el cliente agote la tarjeta de crédito mientras pasea cómodamente por calles de cartón piedra simulando edificios modernistas. 

Pero la crisis de la pandemia mundial del Covid-19 ha barrido con todo. En palabras de Shui Liu, dependienta china de la tienda Montblanc, en el mes de febrero se ha producido la tormenta perfecta: "Era un mes muy bueno para los turistas chinos porque coincidían las vacaciones del año nuevo y el Mobile World Congress. Liu pronunció estas palabras a finales de febrero de 2020, pero parece que hable de otra era.

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