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Inaguración del vuelo directo entre Barcelona y Shangai de Air China en mayo de 2017. Foto: Roser Vilallonga, La Vanguardia.

La tradición china de volver a las raíces para vivir la vejez se diluye con el paso de los años

'Luo Ye Gui Gen" es una tradición china ancestral que se refiere a la caída de las hojas de los árboles y a la vuelta a las raíces. Muchos emigrantes que llegaron a Cataluña en los años 70 viajaban con la intención de ganar dinero suficiente para poder volver a su país de origen.  Las generaciones nacidas en Catalunya no tienen este sentimiento.

China es un país enorme con más de mil trescientos millones de habitantes— una cuarta parte de la población mundial—  que contiene numerosas etnias viviendo en 56 regiones diferentes. La afinidad que pueden sentir los habitantes de la región de Qingtian, ubicada a 400 kilómetros al sur de Shanghai, con los de la etnia Uigur situada a más de 4.000 kilómetros al este del país, es como la que podemos sentir nosotros por un finlandés. 

Inici

Esta diversidad étnica choca con el autoritarismo severo del Gobierno chino en muchos aspectos. Un de ellos concierne a los ritos funerarios. Un decreto promulgado el año 1997 por el Consejo estatal de la República Popular China obliga a incinerar a los difuntos.

La incineración de los difuntos es obligatoria por ley en China

Pero esta ley no encaja con las costumbres de la minoría musulmana china formada por unos veinte millones de personas. Concentradas en la zona de Sinkiang, con un porcentaje muy elevado de la etnia Uigur, tienen sus propias costumbres funerarias derivadas del islam: limpieza del cadáver, envolverlo en ropas de algodón, plegaria funeraria y enterramiento del cuerpo.

El gobierno chino ha derribado las tumbas de decenas de cementerios musulmanes en la región noroeste del país desde hace dos años. La versión oficial justifica los destrozos para permitir el desarrollo de nuevas zonas urbanizables pero la minoría Uigur sostiene que la destrucción forma parte de los esfuerzos del Estado chino para erradicar su identidad étnica y controlar cada aspecto de sus vidas.

El departamento de Estado de los Estados Unidos sostiene que más de dos millones de personas pertenecientes a minorías étnicas musulmanas están internadas en campos de detención gigantes desde el año 2017.

El 92% de la población china pertenece a la etnia Han

El grupo étnico Han es el más numeroso de la China con un 92 % de la población. Si bien la religión no tiene un peso muy importante en la vida diaria de los Han, hay ciertas costumbres o valores que provienen del confucianismo como ideología oficial. La práctica del budismo y el taoísmo popular determinan algunos de sus hábitos funerarios.

 

En las familias adineradas es costumbre llenar la caja del finado con papel moneda para que el difunto tenga dinero en el otro mundo. La preparación del cuerpo para el tránsito a la otra vida también incluye el hábito de maquillar los cuerpos y vestirlos con las mejores galas. La ceremonia de incineración se puede demorar hasta tres días para que la familia tenga tiempo de despedir al difunto. Pero la austeridad o el lujo de las ceremonias está relacionada con las posibilidades económicas. Solo aquellos que disponen de tiempo y dinero pueden permitirse el lujo de celebrar funerales. 

Mei Huang

Cantonesa por parte paterna y Uighur por parte materna. Vive y trabaja en Barcelona.

La ciudad de Cantón, a 120 kilómetros de Hong Kong, forma parte de la conurbación más grande del mundo con 46 millones de habitantes.

 

La mitad de sus habitantes habla cantonés, la otra mitad habla chino mandarín.

Los Uighurs son uno de los 56 grupos étnicos reconocidos oficialmente por el gobierno chino y tienen su propio idioma. Viven en el noroeste del país y se han convertido en una de las minorías más perseguidas del mundo.

En las escasas referencias de ceremonias fúnebres de ciudadanos chinos en nuestro entorno, descubrimos rituales curiosos como el que se encontró Carme Moreno, asesora de la funeraria de Terrassa en Barcelona, en el entierro de un ciudadano chino en 2016.

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Tanatorio de Terrassa. Foto: RV

La familia del difunto se presentó en el tanatorio con una bolsa que contenía quince camisas y ocho pantalones y pidieron que se vistiera el cuerpo con toda la ropa. Una vez ‘vestido’, encendieron incienso y rociaron el ataúd con agua durante toda la tarde. Al día siguiente, incineraron el cuerpo y se llevaron las cenizas a su país.

Como dice Bevan Brumwell en su entrevista muchos de sus compatriotas compran casas (y tumbas) en Cataluña para vivir sus últimos años entre nosotros. Por su parte Lidan Qi nos ha contado que los jóvenes chinos nacidos aquí están totalmente integrados en nuestra sociedad y que su único nexo de unión con China es la insistencia de sus padres para que estudien el idioma y viajen a su país de origen de vez en cuando. Finalmente Àlex Mei y Wang Lanyao pertenecen a una generación globalizada capaz de convivir con los dos mundos con total naturalidad.

La comedia china 'Luo Gui Gen' GettingHome  (2007),  muestra las aventuras de un obrero de la construcción en su viaje por toda China para cumplir el deseo de un compañero de trabajo de ser enterrado en su ciudad natal. Visión humorística de los valores tradicionales en la China moderna.

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